A día de hoy todavía muchos padres ven como algo normal que sus hijos se orinen en la cama aún siendo mayores (más allá de los 5 años), pero la realidad es que no lo es. Esta situación es una seña de enuresis nocturna, un trastorno caracterizado por "el escape de orina involuntario que sucede durante el sueño y en niños de más de 5 años", explica Juan Carlos Ruiz de la Roja, director del Instituto Urológico Madrileño, jefe del Servicio de Urología del Hospital Santa Cristina de Madrid y autor del libro ¿Por qué se orinan los niños en la cama?.
Eso sí, "tiene que darse un mínimo de cuatro noches al mes y durante, al menos, tres meses consecutivos para tratarse de una enuresis nocturna", puntualiza el experto. Se trata de un problema con un componente hereditario.
"Es hereditaria en el 90 por ciento de los casos", afirma el urólogo. "Si el padre y la madre se hicieron pis en la cama de pequeños, en el 75 por ciento de los casos sus hijos también padecerán este problema, y si sólo afectó a uno de los padres, el porcentaje será del 50 por ciento, por lo que hay casos en los que es inevitable".
Aunque los 5 años es la edad que establecen las guías y en la que se basan los expertos para empezar a sospechar de que existe un problema, la realidad es que "no hay una edad en la que paren de orinar y es muy frecuente tratar pacientes que superan ampliamente los 20 años", señala Ruiz de la Roja.
Por eso, "hay que incidir en que el tratamiento se debe comenzar a partir de esa edad, ya que si se establece el diagnóstico exacto del escape de orina nocturno y se aplica el tratamiento adecuado a tiempo, la tasa de curación es alta". De hecho, "los estudios señalan que una intervención temprana hace que los niños se dejen de orinar antes y sus complicaciones sean más leves y desaparezcan antes". Por el contrario, advierte, "de no tratarse a tiempo, puede llegar hasta la adolescencia o la edad adulta, con consecuencias dramáticas".
Se trata de un problema bastante frecuente. Según los datos de Ruiz de la Roja, "casi el 20 por ciento de los niños de 5 años y un 10 por ciento de los de 10 se hacen pis en la cama". Y es un problema que afecta mucho a la calidad de vida de los más pequeños. "Suelen ser niños con baja autoestima y que, además, tienen un menor rendimiento escolar", afirma Ruiz de la Roja.
Como apunta Venancio Martínez, médico de Atención Primaria y pediatra del Centro de Salud el Llano de Gijón, "la enuresis provoca en algunos niños miedo a la oscuridad, pesadillas y terrores nocturnos y, relacionados con estos, pueden aparecer problemas de sueño, somnolencia diurna o que no descansen correctamente". Además, "es más frecuente en niños estreñidos, con exceso de peso y con obstrucción respiratoria, por tener las anginas y vegetaciones grandes", añade el especialista de AP.
Pero no sólo los niños lo pasan mal sino que los padres también sufren las consecuencias. Para ellos puede suponer "un trastorno el tener que despertarse por las noches a cambiar las sábanas", informa Ruiz de la Roja. Esto lleva a muchos padres a castigar a los hijos algo que "no deben hacer nunca", según ambos expertos.
La educación, la solución
La buena noticia es que, adoptando las medidas higíenico-dietéticas adecuadas se puede revertir. Para eso es fundamental la educación del control de la micción que "deberá formar parte de la educación del niño en general y en sus hábitos de vida", recuerda Martínez.
Este proceso es lento, por eso lo ideal es iniciarlo "cuanto antes y sin aplazamiento posible a partir de los 2 años", señala el médico de AP. Para Ruiz de la Roja, "el pañal se debe retirar en el momento en que el niño ya no se orine por la noche que suele ser entre los 3 y los 5 años".
Si el niño sigue haciéndose pis a los 5 años, "se deberá comenzar con el tratamiento y en el momento en que lleve 8 días seguidos sin hacerse pis se retirará el pañal", añade. En su opinión, "por empeñarnos en retirar el pañal si el niño tiene enuresis, no dejará de hacerse pis con el sueño y en vez de mojar el pañal mojará la cama".
Además de esto, hay que acostumbrarle poco a poco a desarrollar su vida con rutinas. Para ello, "lo primero será ponerlo a hacer pis de forma regular varias veces al día, inicialmente acompañándolo y proponiéndoselo como un juego". De esta forma, empezará a pedirlo él.
En todo el proceso, "es muy importante reforzarlo positivamente cuando va haciendo bien las cosas ya que reprender en exceso o castigar se ha probado que no funciona y que puede añadir otros problemas al de la enuresis".
A estas medidas, Ruiz de la Roja añade otras como "reducir el líquido 2 o 3 horas antes de acostarse, evitar bebidas ricas en cafeína y orinar antes de acostarse".
¿Hay tratamiento complementario?
Si las medidas antes mencionadas no son suficientes, se procederá a acudir al experto para que diagnostique el problema y ponga un tratamiento. En el caso de la enuresis nocturna, "sólo dos tratamientos han sido estudiados de acuerdo a las exigencias de uniformidad en los criterios diagnósticos, poblaciones homogéneas y comparables y estimación de respuesta", informa Martínez.
Éstos son los dispositivos de alarma y la desmopresina. El fármaco es "seguro, sin apenas efectos adversos y no crea dependencia, pero sólo puede ser prescrito por un médico", concluye Ruiz de la Roja.
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